LA HUELGA DE LA ACEITUNA HACE 30 AÑOS
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- Опубликовано: 28 дек 2020
- EL MAYOR CONFLICTO DEL CAMPO ANDALUZ SE INICIÓ EN PEDRERA HACE 30 AÑOS. (1ª Parte)
Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, más de cincuenta días de huelga se prolongaron en la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.
Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 que se cobraban, (18 euros actuales), y el derecho a un trabajo digno de las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.
En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían, pueblo a pueblo, y tajo a tajo para mantener el pulso a la patronal, que con contra piquetes y esquiroles pretendían romper la huelga.
Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas públicas en las plazas, muchas discusiones; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar por menos sueldo, con tal no perder ni un día.
Finalmente la huelga logró sus objetivos y los sueldos de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente.
Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas apareció.
En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991 que empezaban diciendo:
“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
que va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)