Escribo este mensaje después de leer a Chersterton y por qué soy Católico. En el libro se trata la encíclica Rerun Novarum. Hubiera sido un buen comienzo para esta serie.
@@franciscojosedm Cierto, pero es la que da comienzo a la doctrina social de la Iglesia y donde es interesante observar tanto la crítica al liberalismo como al socialismo, apostando por una postura de concordia y cooperación. “Un documento, emanado hace ahora cien años por la Sede de Pedro, el cual había de dar tantos beneficios a la Iglesia y al mundo y difundir tanta luz.” Juan Pablo II. En todo caso gracias por los vídeos. Hacéis un trabajo muy bueno.
El sistema actual no es ni liberal ni socialista como tal,sino una amalgama de lo peor de ambos.Es lo amoral y su raíz sí es liberal,y en lo económico parcialmente.
el problema es que lo que hoy se entiende como liberal (el de base anglosajona como francesa) son prostituciones del liberalismo real, que por cierto es de origen español y que nada tiene que ver con lo que hoy se entiende como tal, lo actual es la prostitución de eso (algo parecido al concilio vaticano II en versión liberal) substituyendo la libertad por el ambito economico con enjendros protestantes como el libro ese de max webel llamado "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" que explica parcialmente la prostitución (que raro todo lo que toca un protestante termina denigrado) de lo que hoy llaman capitalismo con su vertiente erronea, lo digo porque pocos saben que en realidad el capitalismo es otro invento español, en concreto cuando España importó de américa el maíz y la patata (lo que hizo que los problemas alimentarios se redujesen bastante y aumento de capacidad para poder comerciar con ello)
No tiendo a escribir mucho, por una vez haré una excepción recomendando al padre que escriba un libro extendiendo el video acerca de este tema, porque he intentado buscar un libro y no he encontrado nada, al menos en español que hable detalladamente como por ej hay en el video (preferible extenso que explique también los términos así como el significado de las palabras) Es un consejo que doy, además de extender mas y mejor conocimiento sería una gran adquisición para la pequeña colección que estoy haciendo Gracias por los videos del canal como este video
Padre Delgado: El liberalismo es padre del socialismo en sentido cronológico, al ser este una reacción teórica. Más aún, lo es, esencialmente, desde la perspectiva de que al materialismo economicista liberal el socialismo le ha contestado con el materialismo economicista socialista. Especialmente en el caso de Marx. Y en cuanto al documento, difícil encontrar algo más sesgado ideológicamente y más parecido a la improvisación que sólo cabría esperar de diletantes chapuceros. Lo que ha mostrado usted de él, como católico, me avergüenza. ¿Qué dirían Santo Tomás, o los padres más destacados de la Escuela de Salamanca (que de ninguna manera fue liberal y menos el origen del liberalismo, como gustan repetir algunos liberales y casi, como Losantos o Espinosa de los Monteros)? Más allá del infantil error de culpar de todo al liberalismo (tiene varias culpas, pero no todas, y no es necesario que ningún gobierno se declare liberal, la social democracia admite un considerable grado de capitalismo, liberalismo económico, y también es una dictadura liberal en el plano a-moral), está su exoneración en y de todo mal del socialismo (¿habrán leído alguna de las encíclicas sociales de San Juan Pablo II?) y su absoluto desconocimiento del concepto filosófico y origen de la categoría populismo. Obviamente, con su mención, lo que buscan es atacar a Vox. Y parece que, con lo del liberalismo, también al PP, lo cual, dado que la COPE es su principal medio de propaganda, sorprende un poco.
Que el socialismo sea posterior no lo convierte en hijo del liberalismo. Es más los países donde triunfó el socialismo como la URSS o China eran regímenes feudales
Padre aprovechando que esta encíclica habla y usted también sobre la voluntad, me gustaría que hagan algún en vivo sobre el voluntarismo y cuáles son sus consecuencias en el debate sobre la existencia del mismo. Por ahí mismo que haga un vídeo reacción de un filósofo llamado Jonathan ramos sobre este tema ya que el hace lo mismo con craing.
Los aspectos de orden económico y político como se afirma en el video son discutibles. Las sociedades son complejas. Hay que ver qué modelos de sociedad existen hoy con frialdad, si lo que se pretende es hablar con rigor de política y economía y política económica. El modelo occidental (neoliberal en lo macroeconómico, marxista-"liberal" en sentido estadounidense en lo cultural) y el modelo "chino". Triste pero es así.
La pregunta es si la Iglesia abrazará otras cosas... Hay mucho ambiente de renovación en el espíritu religioso de la actualidad. El otro día veía que hay un movimiento importante para el sacerdocio femenino, tb vi un libro que defiende a la mentira desde el cristianismo y plantea si Dios miente... Tiempos convulsos que nos ha tocado vivir.
Padre, por lo que sea usted tiene una simpatía por el liberalismo que no le hace juzgar este tema con rectitud. Opino como usted respecto al documento que critica usted al principio. Un coloquio con Dante Urbina al respecto estaría muy bien. Y si no lo ha leído creo que sería muy iluminador para usted "The servil state" de H. Belloc.
Todo español inteligente tiene que ver estos dos canales La Sacristía de la Vendee y expedienté Royuela. Con estos dos conoce estupendamente bien la realidad actual española
Lo que ocurre es que desde el inicio de todo discurso diálogo exposición enseñanza hay que decir con toda claridad: Señores yo discurro racionalmente desde mi fe católica. Y así los que no son católicos pueden entender: ah, tu eres creyente católico pero yo no creo en católico y por tanto tenemos dos formas de pensar diferentes
El problema ahora es que el mundo ofrece un menú saturado de delicias que seduce al hombre y le parece irracional que su fin último sea ese que enseña la religión católica. Qué se puede hacer para convencer?
Ojo! Estar a favor de la vida no hace que tenga que estar a favor de las ecografías. A mí me parece un propuesta sádica si a continuación no ponemos los recursos necesarios para ayudar a esa persona.
Los no católicos piensan de otra manera diferente. Según es la fe de uno así es su modo de razonar y según el modo de razonar así será su psicología u según su psicología será su modo de sentir y según su modo de sentir será su modo de vivir.
Hoy ha salido tangencialmente el libre albedrio. Deseando que hagan el programa de la predestinación y como la Iglesia encajó el determinismo con el libre albedrio, algo a lo que yo todavía no llego y no acabo de comprender bien. Un saludo.
@@gonzalobilbao1367 Centesimus Annus Numeral 42 Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre»
@@gonzalobilbao1367 tengo entendido que el ecumenismo y la libertad religiosa (que no tolerancia religiosa) vienen de un pensamiento liberal. Por ejemplo, que el resto de religiones son igualmente validas para salvarse. Léase usted Nostra Aetate.
@@miguelvf3764 (Puesto que el sistema no permite enviar la respuesta completa, irá en 2 partes) Prefiero pensar que usted no ha incurrido en el recurso no honesto de sacar textos de su contexto, aunque resulte extraño que no hubiera leído el importante párrafo inmediatamente posterior a la cita que trae. Aquí lo tiene, en todo su esplendor. Así que, partiendo de que esa omisión no ha sido deliberada, sólo puedo llegar a la conclusión de que usted no ha leído la totalidad de la Encíclica, diría que más bien, ha leído muy poco de ella. Porque, si la hubiera leído en su integridad, tendría claro que su espíritu es crítico hacia el capitalismo real. De hecho es evidente que ese primero, que usted cita, está claramente planteado como teoría. Por eso San Juan Pablo II afirma que otros rótulos serían preferibles para definir esa hipótesis. Y esto está en directa continuidad con su Encíclica Laborem Exercens, donde hace notar que capitalismo es una ideología que privilegia al capital sobre el trabajo. Aquí le dejo, en todo caso, otras citas de la CA que ponen de manifiesto esa misma mirada crítica sobre el capitalismo. No puedo traerla entera, pero esta es la síntesis de su crítica al capitalismo, que se corresponde, obviamente, con la mirada tradicional y coherente del Magisterio de la Iglesia sobre esa ideología, reiterada por el propio San Juan Pablo II a lo largo de su magisterio papal: 1. Su concepción de la libertad es errada, porque parte de la desvinculación de ella respecto de la verdad integral del hombre, de una antropología integral. 2. Tiende fuertemente a privilegiar el capital sobre el trabajador, cuyo trabajo, con frecuencia, es tratado como mera mercancía. 3. Parte de un criterio no realista de la empresa y el mercado al afirmar permanentemente que habría algo así como una verdadera libre concurrencia y una supuesta mano invisible que todo lo ordenaría. Estas falsedades conducen a que los más ricos y privilegiados, incluso por acumulación histórica y hasta razones de influencia política, excluyan y expulsen de la competencia a los que no lo son. 4. El capitalismo, que de eso hablamos, también promueve el consumismo como el paraíso terrenal.
@@miguelvf3764 (2da parte) Algunas citas adicionales: Sección 42 Volviendo ahora a la pregunta inicial, ¿se puede decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil? La respuesta obviamente es compleja. Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre». Pero si por «capitalismo» se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa. La solución marxista ha fracasado, pero permanecen en el mundo fenómenos de marginación y explotación, especialmente en el Tercer Mundo, así como fenómenos de alienación humana, especialmente en los países más avanzados; contra tales fenómenos se alza con firmeza la voz de la Iglesia. Ingentes muchedumbres viven aún en condiciones de gran miseria material y moral. El fracaso del sistema comunista en tantos países elimina ciertamente un obstáculo a la hora de afrontar de manera adecuada y realista estos problemas; pero eso no basta para resolverlos. Es más, existe el riesgo de que se difunda una ideología radical de tipo capitalista, que rechaza incluso el tomarlos en consideración, porque a priori considera condenado al fracaso todo intento de afrontarlos y, de forma fideísta, confía su solución al libre desarrollo de las fuerzas de mercado. Sección 43 La Iglesia no tiene modelos para proponer. Los modelos reales y verdaderamente eficaces pueden nacer solamente de las diversas situaciones históricas, gracias al esfuerzo de todos los responsables que afronten los problemas concretos en todos sus aspectos sociales, económicos, políticos y culturales que se relacionan entre sí 84. Para este objetivo la Iglesia ofrece, como orientación ideal e indispensable, la propia doctrina social, la cual -como queda dicho- reconoce la positividad del mercado y de la empresa, pero al mismo tiempo indica que éstos han de estar orientados hacia el bien común. Esta doctrina reconoce también la legitimidad de los esfuerzos de los trabajadores por conseguir el pleno respeto de su dignidad y espacios más amplios de participación en la vida de la empresa, de manera que, aun trabajando juntamente con otros y bajo la dirección de otros, puedan considerar en cierto sentido que «trabajan en algo propio» 85, al ejercitar su inteligencia y libertad. El desarrollo integral de la persona humana en el trabajo no contradice, sino que favorece más bien la mayor productividad y eficacia del trabajo mismo, por más que esto puede debilitar centros de poder ya consolidados. La empresa no puede considerarse única- mente como una «sociedad de capitales»; es, al mismo tiempo, una «sociedad de personas», en la que entran a formar parte de manera diversa y con responsabilidades específicas los que aportan el capital necesario para su actividad y los que colaboran con su trabajo. Para conseguir estos fines, sigue siendo necesario todavía un gran movimiento asociativo de los trabajadores, cuyo objetivo es la liberación y la promoción integral de la persona. Sección 4 En este contexto hay que recordar en particular la encíclica Libertas praestantissimum, en la que se ponía de relieve la relación intrínseca de la libertad humana con la verdad, de manera que una libertad que rechazara vincularse con la verdad caería en el arbitrio y acabaría por someterse a las pasiones más viles y destruirse a sí misma. En efecto, ¿de dónde derivan todos los males frente a los cuales quiere reaccionar la Rerum novarum, sino de una libertad que, en la esfera de la actividad económica y social, se separa de la verdad del hombre? Sección 33 Sin embargo, es necesario descubrir y hacer presentes los riesgos y los problemas relacionados con este tipo de proceso. De hecho, hoy muchos hombres, quizá la gran mayoría, no disponen de medios que les permitan entrar de manera efectiva y humanamente digna en un sistema de empresa, donde el trabajo ocupa una posición realmente central. No tienen posibilidad de adquirir los conocimientos básicos, que les ayuden a expresar su creatividad y desarrollar sus capacidades. No consiguen entrar en la red de conocimientos y de intercomunicaciones que les permitiría ver apreciadas y utilizadas sus cualidades. Ellos, aunque no explotados propiamente, son marginados ampliamente y el desarrollo económico se realiza, por así decirlo, por encima de su alcance, limitando incluso los espacios ya reducidos de sus antiguas economías de subsistencia. Esos hombres, impotentes para resistir a la competencia de mercancías producidas con métodos nuevos y que satisfacen necesidades que anteriormente ellos solían afrontar con sus formas organizativas tradicionales, ofuscados por el esplendor de una ostentosa opulencia, inalcanzable para ellos, coartados a su vez por la necesidad, esos hombres forman verdaderas aglomeraciones en las ciudades del Tercer Mundo, donde a menudo se ven desarraigados culturalmente, en medio de situaciones de violencia y sin posibilidad de integración. No se les reconoce, de hecho, su dignidad y, en ocasiones, se trata de eliminarlos de la historia mediante formas coactivas de control demográfico, contrarias a la dignidad humana. Otros muchos hombres, aun no estando marginados del todo, viven en ambientes donde la lucha por lo necesario es absolutamente prioritaria y donde están vigentes todavía las reglas del capitalismo primitivo, junto con una despiadada situación que no tiene nada que envidiar a la de los momentos más oscuros de la primera fase de industrialización. En otros casos sigue siendo la tierra el elemento principal del proceso económico, con lo cual quienes la cultivan, al ser excluidos de su propiedad, se ven reducidos a condiciones de semiesclavitud. Ante estos casos, se puede hablar hoy día, como en tiempos de la Rerum novarum, de una explotación inhumana. A pesar de los grandes cambios acaecidos en las sociedades más avanzadas, las carencias humanas del capitalismo, con el consiguiente dominio de las cosas sobre los hombres, están lejos de haber desaparecido; es más, para los pobres, a la falta de bienes materiales se ha añadido la del saber y de conocimientos, que les impide salir del estado de humillante dependencia. Sección 35 En este sentido se puede hablar justamente de lucha contra un sistema económico, entendido como método que asegura el predominio absoluto del capital, la posesión de los medios de producción y la tierra, respecto a la libre subjetividad del trabajo del hombre 73. En la lucha contra este sistema no se pone, como modelo alternativo, el sistema socialista, que de hecho es un capitalismo de Estado, sino una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación. Esta sociedad tampoco se opone al mercado, sino que exige que éste sea controlado oportunamente por las fuerzas sociales y por el Estado, de manera que se garantice la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda la sociedad. La Iglesia reconoce la justa función de los beneficios, como índice de la buena marcha de la empresa. Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente y que las correspondientes necesidades humanas han sido satisfechas debidamente. Sin embargo, los beneficios no son el único índice de las condiciones de la empresa. Es posible que los balances económicos sean correctos y que al mismo tiempo los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa, sean humillados y ofendidos en su dignidad. Además de ser moralmente inadmisible, esto no puede menos de tener reflejos negativos para el futuro, hasta para la eficiencia económica de la empresa. En efecto, finalidad de la empresa no es simplemente la producción de beneficios, sino más bien la existencia misma de la empresa como comunidad de hombres que, de diversas maneras, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un grupo particular al servicio de la sociedad entera. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa. Queda mostrado cuán inaceptable es la afirmación de que la derrota del socialismo deja al capitalismo como único modelo de organización económica. Hay que romper las barreras y los monopolios que colocan a tantos pueblos al margen del desarrollo, y asegurar a todos -individuos y naciones- las condiciones básicas que permitan participar en dicho desarrollo.
Gracias por transmitir la palabra
Buenas tardes padre Francisco por esta hermosa y bendita clase.el señor lo bendiga.un saludo en CRISTO desde Argentina 🙏✝️🙏
Escribo este mensaje después de leer a Chersterton y por qué soy Católico. En el libro se trata la encíclica Rerun Novarum. Hubiera sido un buen comienzo para esta serie.
Esa viene después. Es posterior.
@@franciscojosedm Cierto, pero es la que da comienzo a la doctrina social de la Iglesia y donde es interesante observar tanto la crítica al liberalismo como al socialismo, apostando por una postura de concordia y cooperación. “Un documento, emanado hace ahora cien años por la Sede de Pedro, el cual había de dar tantos beneficios a la Iglesia y al mundo y difundir tanta luz.” Juan Pablo II. En todo caso gracias por los vídeos. Hacéis un trabajo muy bueno.
Estupenda iniciativa la lectura de la Libertas. Gracias padre.
El sistema actual no es ni liberal ni socialista como tal,sino una amalgama de lo peor de ambos.Es lo amoral y su raíz sí es liberal,y en lo económico parcialmente.
el problema es que lo que hoy se entiende como liberal (el de base anglosajona como francesa) son prostituciones del liberalismo real, que por cierto es de origen español y que nada tiene que ver con lo que hoy se entiende como tal, lo actual es la prostitución de eso (algo parecido al concilio vaticano II en versión liberal) substituyendo la libertad por el ambito economico con enjendros protestantes como el libro ese de max webel llamado "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" que explica parcialmente la prostitución (que raro todo lo que toca un protestante termina denigrado) de lo que hoy llaman capitalismo con su vertiente erronea, lo digo porque pocos saben que en realidad el capitalismo es otro invento español, en concreto cuando España importó de américa el maíz y la patata (lo que hizo que los problemas alimentarios se redujesen bastante y aumento de capacidad para poder comerciar con ello)
Muchas gracias, páter. Aclarando ideas para pensar bien.
Gracias por la disertación, padre!!
Padre tiene mucha razón
Que voy a comentar ..si hay un monton de las historia q uno no sabe...y menos tan lejos y con tanta historia.
No tiendo a escribir mucho, por una vez haré una excepción recomendando al padre que escriba un libro extendiendo el video acerca de este tema, porque he intentado buscar un libro y no he encontrado nada, al menos en español que hable detalladamente como por ej hay en el video (preferible extenso que explique también los términos así como el significado de las palabras)
Es un consejo que doy, además de extender mas y mejor conocimiento sería una gran adquisición para la pequeña colección que estoy haciendo
Gracias por los videos del canal como este video
Creo que es un acierto el análisis de encíclicas, Padre. ¿Quizá una nueva sección? La de Rerum novarum sería deliciosa.
Padre Delgado:
El liberalismo es padre del socialismo en sentido cronológico, al ser este una reacción teórica. Más aún, lo es, esencialmente, desde la perspectiva de que al materialismo economicista liberal el socialismo le ha contestado con el materialismo economicista socialista. Especialmente en el caso de Marx.
Y en cuanto al documento, difícil encontrar algo más sesgado ideológicamente y más parecido a la improvisación que sólo cabría esperar de diletantes chapuceros.
Lo que ha mostrado usted de él, como católico, me avergüenza. ¿Qué dirían Santo Tomás, o los padres más destacados de la Escuela de Salamanca (que de ninguna manera fue liberal y menos el origen del liberalismo, como gustan repetir algunos liberales y casi, como Losantos o Espinosa de los Monteros)?
Más allá del infantil error de culpar de todo al liberalismo (tiene varias culpas, pero no todas, y no es necesario que ningún gobierno se declare liberal, la social democracia admite un considerable grado de capitalismo, liberalismo económico, y también es una dictadura liberal en el plano a-moral), está su exoneración en y de todo mal del socialismo (¿habrán leído alguna de las encíclicas sociales de San Juan Pablo II?) y su absoluto desconocimiento del concepto filosófico y origen de la categoría populismo. Obviamente, con su mención, lo que buscan es atacar a Vox. Y parece que, con lo del liberalismo, también al PP, lo cual, dado que la COPE es su principal medio de propaganda, sorprende un poco.
Que el socialismo sea posterior no lo convierte en hijo del liberalismo. Es más los países donde triunfó el socialismo como la URSS o China eran regímenes feudales
Padre aprovechando que esta encíclica habla y usted también sobre la voluntad, me gustaría que hagan algún en vivo sobre el voluntarismo y cuáles son sus consecuencias en el debate sobre la existencia del mismo. Por ahí mismo que haga un vídeo reacción de un filósofo llamado Jonathan ramos sobre este tema ya que el hace lo mismo con craing.
De forma enjuriosa sobre el filósofo aludiendo a qué el es un voluntarista
Bueno saber una un termino de otro quien es quien.gracias..
La próxima haz uno sobre el Mirari vos de Gregorio XVI 😉😏
Los aspectos de orden económico y político como se afirma en el video son discutibles. Las sociedades son complejas. Hay que ver qué modelos de sociedad existen hoy con frialdad, si lo que se pretende es hablar con rigor de política y economía y política económica. El modelo occidental (neoliberal en lo macroeconómico, marxista-"liberal" en sentido estadounidense en lo cultural) y el modelo "chino". Triste pero es así.
La pregunta es si la Iglesia abrazará otras cosas... Hay mucho ambiente de renovación en el espíritu religioso de la actualidad. El otro día veía que hay un movimiento importante para el sacerdocio femenino, tb vi un libro que defiende a la mentira desde el cristianismo y plantea si Dios miente... Tiempos convulsos que nos ha tocado vivir.
Esos no son cristianos ni católicos,si acaso liquidadores.
Padre, por lo que sea usted tiene una simpatía por el liberalismo que no le hace juzgar este tema con rectitud.
Opino como usted respecto al documento que critica usted al principio.
Un coloquio con Dante Urbina al respecto estaría muy bien.
Y si no lo ha leído creo que sería muy iluminador para usted "The servil state" de H. Belloc.
Podría usted mirar, por favor, en qué partido político militaba Belloc? Gracias!!!
Esta lectura debiera ser complementada, necesariamente, con los escritos de Monseñor Lefevbre.
Pido permiso para retirarme antes...gracias
Todo español inteligente tiene que ver estos dos canales La Sacristía de la Vendee y expedienté Royuela. Con estos dos conoce estupendamente bien la realidad actual española
Lo que ocurre es que desde el inicio de todo discurso diálogo exposición enseñanza hay que decir con toda claridad: Señores yo discurro racionalmente desde mi fe católica. Y así los que no son católicos pueden entender: ah, tu eres creyente católico pero yo no creo en católico y por tanto tenemos dos formas de pensar diferentes
El problema ahora es que el mundo ofrece un menú saturado de delicias que seduce al hombre y le parece irracional que su fin último sea ese que enseña la religión católica. Qué se puede hacer para convencer?
En contra de la ecografía los comunistas, los socialistas y los del PP
Ojo! Estar a favor de la vida no hace que tenga que estar a favor de las ecografías. A mí me parece un propuesta sádica si a continuación no ponemos los recursos necesarios para ayudar a esa persona.
Los no católicos piensan de otra manera diferente. Según es la fe de uno así es su modo de razonar y según el modo de razonar así será su psicología u según su psicología será su modo de sentir y según su modo de sentir será su modo de vivir.
Hoy ha salido tangencialmente el libre albedrio. Deseando que hagan el programa de la predestinación y como la Iglesia encajó el determinismo con el libre albedrio, algo a lo que yo todavía no llego y no acabo de comprender bien. Un saludo.
El pecado de Adan y Eva es un misterio , ósea el por qué quisieron pecar siendo tan sabios como eran
La libertad consiste en elegir un objeto bueno u otro mejir
Es la facultad de moverse en el bien.
Pues vamos a decir que la Iglesia Católica abrazó el liberalismo en el CVII.
¿En qué Constitución del Vaticano II se dice tal cosa?
@@gonzalobilbao1367 Centesimus Annus Numeral 42
Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre»
@@gonzalobilbao1367 tengo entendido que el ecumenismo y la libertad religiosa (que no tolerancia religiosa) vienen de un pensamiento liberal. Por ejemplo, que el resto de religiones son igualmente validas para salvarse. Léase usted Nostra Aetate.
@@miguelvf3764
(Puesto que el sistema no permite enviar la respuesta completa, irá en 2 partes)
Prefiero pensar que usted no ha incurrido en el recurso no honesto de sacar textos de su contexto, aunque resulte extraño que no hubiera leído el importante párrafo inmediatamente posterior a la cita que trae. Aquí lo tiene, en todo su esplendor.
Así que, partiendo de que esa omisión no ha sido deliberada, sólo puedo llegar a la conclusión de que usted no ha leído la totalidad de la Encíclica, diría que más bien, ha leído muy poco de ella. Porque, si la hubiera leído en su integridad, tendría claro que su espíritu es crítico hacia el capitalismo real. De hecho es evidente que ese primero, que usted cita, está claramente planteado como teoría. Por eso San Juan Pablo II afirma que otros rótulos serían preferibles para definir esa hipótesis. Y esto está en directa continuidad con su Encíclica Laborem Exercens, donde hace notar que capitalismo es una ideología que privilegia al capital sobre el trabajo.
Aquí le dejo, en todo caso, otras citas de la CA que ponen de manifiesto esa misma mirada crítica sobre el capitalismo.
No puedo traerla entera, pero esta es la síntesis de su crítica al capitalismo, que se corresponde, obviamente, con la mirada tradicional y coherente del Magisterio de la Iglesia sobre esa ideología, reiterada por el propio San Juan Pablo II a lo largo de su magisterio papal:
1. Su concepción de la libertad es errada, porque parte de la desvinculación de ella respecto de la verdad integral del hombre, de una antropología integral.
2. Tiende fuertemente a privilegiar el capital sobre el trabajador, cuyo trabajo, con frecuencia, es tratado como mera mercancía.
3. Parte de un criterio no realista de la empresa y el mercado al afirmar permanentemente que habría algo así como una verdadera libre concurrencia y una supuesta mano invisible que todo lo ordenaría. Estas falsedades conducen a que los más ricos y privilegiados, incluso por acumulación histórica y hasta razones de influencia política, excluyan y expulsen de la competencia a los que no lo son.
4. El capitalismo, que de eso hablamos, también promueve el consumismo como el paraíso terrenal.
@@miguelvf3764
(2da parte)
Algunas citas adicionales:
Sección 42
Volviendo ahora a la pregunta inicial, ¿se puede decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil?
La respuesta obviamente es compleja. Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre». Pero si por «capitalismo» se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa.
La solución marxista ha fracasado, pero permanecen en el mundo fenómenos de marginación y explotación, especialmente en el Tercer Mundo, así como fenómenos de alienación humana, especialmente en los países más avanzados; contra tales fenómenos se alza con firmeza la voz de la Iglesia. Ingentes muchedumbres viven aún en condiciones de gran miseria material y moral. El fracaso del sistema comunista en tantos países elimina ciertamente un obstáculo a la hora de afrontar de manera adecuada y realista estos problemas; pero eso no basta para resolverlos. Es más, existe el riesgo de que se difunda una ideología radical de tipo capitalista, que rechaza incluso el tomarlos en consideración, porque a priori considera condenado al fracaso todo intento de afrontarlos y, de forma fideísta, confía su solución al libre desarrollo de las fuerzas de mercado.
Sección 43
La Iglesia no tiene modelos para proponer. Los modelos reales y verdaderamente eficaces pueden nacer solamente de las diversas situaciones históricas, gracias al esfuerzo de todos los responsables que afronten los problemas concretos en todos sus aspectos sociales, económicos, políticos y culturales que se relacionan entre sí 84. Para este objetivo la Iglesia ofrece, como orientación ideal e indispensable, la propia doctrina social, la cual -como queda dicho- reconoce la positividad del mercado y de la empresa, pero al mismo tiempo indica que éstos han de estar orientados hacia el bien común. Esta doctrina reconoce también la legitimidad de los esfuerzos de los trabajadores por conseguir el pleno respeto de su dignidad y espacios más amplios de participación en la vida de la empresa, de manera que, aun trabajando juntamente con otros y bajo la dirección de otros, puedan considerar en cierto sentido que «trabajan en algo propio» 85, al ejercitar su inteligencia y libertad.
El desarrollo integral de la persona humana en el trabajo no contradice, sino que favorece más bien la mayor productividad y eficacia del trabajo mismo, por más que esto puede debilitar centros de poder ya consolidados. La empresa no puede considerarse única- mente como una «sociedad de capitales»; es, al mismo tiempo, una «sociedad de personas», en la que entran a formar parte de manera diversa y con responsabilidades específicas los que aportan el capital necesario para su actividad y los que colaboran con su trabajo. Para conseguir estos fines, sigue siendo necesario todavía un gran movimiento asociativo de los trabajadores, cuyo objetivo es la liberación y la promoción integral de la persona.
Sección 4
En este contexto hay que recordar en particular la encíclica Libertas praestantissimum, en la que se ponía de relieve la relación intrínseca de la libertad humana con la verdad, de manera que una libertad que rechazara vincularse con la verdad caería en el arbitrio y acabaría por someterse a las pasiones más viles y destruirse a sí misma. En efecto, ¿de dónde derivan todos los males frente a los cuales quiere reaccionar la Rerum novarum, sino de una libertad que, en la esfera de la actividad económica y social, se separa de la verdad del hombre?
Sección 33
Sin embargo, es necesario descubrir y hacer presentes los riesgos y los problemas relacionados con este tipo de proceso. De hecho, hoy muchos hombres, quizá la gran mayoría, no disponen de medios que les permitan entrar de manera efectiva y humanamente digna en un sistema de empresa, donde el trabajo ocupa una posición realmente central. No tienen posibilidad de adquirir los conocimientos básicos, que les ayuden a expresar su creatividad y desarrollar sus capacidades. No consiguen entrar en la red de conocimientos y de intercomunicaciones que les permitiría ver apreciadas y utilizadas sus cualidades. Ellos, aunque no explotados propiamente, son marginados ampliamente y el desarrollo económico se realiza, por así decirlo, por encima de su alcance, limitando incluso los espacios ya reducidos de sus antiguas economías de subsistencia. Esos hombres, impotentes para resistir a la competencia de mercancías producidas con métodos nuevos y que satisfacen necesidades que anteriormente ellos solían afrontar con sus formas organizativas tradicionales, ofuscados por el esplendor de una ostentosa opulencia, inalcanzable para ellos, coartados a su vez por la necesidad, esos hombres forman verdaderas aglomeraciones en las ciudades del Tercer Mundo, donde a menudo se ven desarraigados culturalmente, en medio de situaciones de violencia y sin posibilidad de integración. No se les reconoce, de hecho, su dignidad y, en ocasiones, se trata de eliminarlos de la historia mediante formas coactivas de control demográfico, contrarias a la dignidad humana.
Otros muchos hombres, aun no estando marginados del todo, viven en ambientes donde la lucha por lo necesario es absolutamente prioritaria y donde están vigentes todavía las reglas del capitalismo primitivo, junto con una despiadada situación que no tiene nada que envidiar a la de los momentos más oscuros de la primera fase de industrialización. En otros casos sigue siendo la tierra el elemento principal del proceso económico, con lo cual quienes la cultivan, al ser excluidos de su propiedad, se ven reducidos a condiciones de semiesclavitud. Ante estos casos, se puede hablar hoy día, como en tiempos de la Rerum novarum, de una explotación inhumana. A pesar de los grandes cambios acaecidos en las sociedades más avanzadas, las carencias humanas del capitalismo, con el consiguiente dominio de las cosas sobre los hombres, están lejos de haber desaparecido; es más, para los pobres, a la falta de bienes materiales se ha añadido la del saber y de conocimientos, que les impide salir del estado de humillante dependencia.
Sección 35
En este sentido se puede hablar justamente de lucha contra un sistema económico, entendido como método que asegura el predominio absoluto del capital, la posesión de los medios de producción y la tierra, respecto a la libre subjetividad del trabajo del hombre 73. En la lucha contra este sistema no se pone, como modelo alternativo, el sistema socialista, que de hecho es un capitalismo de Estado, sino una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación. Esta sociedad tampoco se opone al mercado, sino que exige que éste sea controlado oportunamente por las fuerzas sociales y por el Estado, de manera que se garantice la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda la sociedad.
La Iglesia reconoce la justa función de los beneficios, como índice de la buena marcha de la empresa. Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente y que las correspondientes necesidades humanas han sido satisfechas debidamente. Sin embargo, los beneficios no son el único índice de las condiciones de la empresa. Es posible que los balances económicos sean correctos y que al mismo tiempo los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa, sean humillados y ofendidos en su dignidad. Además de ser moralmente inadmisible, esto no puede menos de tener reflejos negativos para el futuro, hasta para la eficiencia económica de la empresa. En efecto, finalidad de la empresa no es simplemente la producción de beneficios, sino más bien la existencia misma de la empresa como comunidad de hombres que, de diversas maneras, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un grupo particular al servicio de la sociedad entera. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa.
Queda mostrado cuán inaceptable es la afirmación de que la derrota del socialismo deja al capitalismo como único modelo de organización económica. Hay que romper las barreras y los monopolios que colocan a tantos pueblos al margen del desarrollo, y asegurar a todos -individuos y naciones- las condiciones básicas que permitan participar en dicho desarrollo.