LUCHANDO con un AT ET, POR LA REPUBLICA // Battlefront 2: Galactic Assault // (No Commentary)

En el bullicioso y peligroso planeta de Nar Shaddaa, un cazador de recompensas conocido como Jax Rendar se había ganado una reputación temible. No había misión demasiado peligrosa ni objetivo demasiado escurridizo para él. Había sobrevivido a la Guerra Civil Galáctica y, aunque era un hombre de principios oscuros, tenía un código: siempre cumplir su contrato y nunca traicionar a sus compañeros.
Un día, Jax recibió una oferta que no pudo rechazar. Un misterioso cliente le ofreció una fortuna para localizar y capturar a un antiguo Caballero Jedi, uno de los pocos sobrevivientes de la Orden 66, llamado Kai-Den Jara. Kai-Den había desaparecido tras la caída de la República y se rumoreaba que estaba escondido en un remoto planeta en el Borde Exterior. Intrigado por el desafío y tentado por la recompensa, Jax aceptó la misión.
El viaje al Borde Exterior fue largo y peligroso, lleno de encuentros con piratas y criaturas salvajes. Finalmente, Jax llegó a un planeta desolado y cubierto de cenizas volcánicas, donde se rumoreaba que Kai-Den se había refugiado. Tras días de búsqueda y combates con fuerzas hostiles locales, Jax encontró a su objetivo en una cueva oculta.
Sin embargo, al enfrentarse a Kai-Den, algo inesperado ocurrió. En lugar de luchar, el Jedi le habló con calma y sabiduría. Le contó sobre los horrores de la Orden 66 y la caza implacable de los Jedi. Le habló del verdadero enemigo: el remanente del Imperio, que aún trataba de exterminar a los Jedi sobrevivientes para consolidar su poder.
Jax, aunque endurecido por años de caza, comenzó a dudar. Recordó su propio pasado, cuando el Imperio había arrebatado a su familia y lo había convertido en un paria. Kai-Den le ofreció una nueva perspectiva, una oportunidad de luchar por algo más grande que el dinero: la esperanza de un futuro mejor para la galaxia.
Finalmente, Jax tomó una decisión. En lugar de capturar a Kai-Den, decidió unirse a él. Juntos, planearon una emboscada para atraer al misterioso cliente, que resultó ser un Inquisidor Imperial. En un enfrentamiento épico, Jax y Kai-Den lucharon codo a codo contra el Inquisidor y sus tropas. El combate fue feroz y desesperado, pero finalmente, con la ayuda de la Fuerza y la astucia de Jax, lograron derrotar al enemigo.
Con el Inquisidor muerto y el Imperio debilitado, Jax y Kai-Den se convirtieron en aliados inseparables. Se unieron a la incipiente Nueva República, utilizando sus habilidades para luchar contra la opresión y restaurar la paz en la galaxia. Jax encontró un nuevo propósito, y aunque el camino por delante era incierto, sabía que había tomado la decisión correcta.
El nombre de Jax Rendar se convirtió en leyenda, no solo como cazador de recompensas, sino como un héroe que había cambiado el destino de la galaxia. Y así, en un final épico digno de los anales de Star Wars, el cazador de recompensas encontró su redención y la esperanza de un nuevo comienzo.
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