Mc 5, 21-43 “...y les mandó que le dieran de comer a la niña”
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- Опубликовано: 8 фев 2025
- En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién ha tocado mi manto?" Sus discípulos le contestaron: "Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: '¿Quién me ha tocado?' " Pero él seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó, diciendo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida". Y se reían de él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa: "¡Óyeme, niña, levántate!" La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Que gran enseñanza encierra el evangelio bendito evangelio bendito 👍❣️
Dios bendiga sus vidas
Amén!
Amén 🙏😇😇❣️ excelente palabras de gran esperanza y de.
muchas gracias padre .me gusta mucho como esplica la palabra de DIOS ,muy clara y entendida gracias,,,
Dios me dió hoy está palabra por qué la necesitaba, y está reflexión era justo lo.que necesita para entenderla mejor. Muchas gracias Padre Dios siga Bendiciendo sus mensajes
Q Dios lo bendiga por su mensaje q nos ayuda en la evangelización.Amen
Que bello padre! Yo soy cristiana y necesitaba un mensaje sobre esta historia y su vídeo llegó justo! Gracias y bendiciones
💛💛💛
AMEN.
Padre... Yo veo un misterio en la sanación de la mujer, y es que podríamos pensar que Jesús cura a la mujer sin haber sido voluntariamente, pues Él mismo se sorprendió de que haya salido poder de Él sin haberse dado cuenta y sin que nadie le hubiera pedido un milagro.
No recuerdo en las escrituras otro caso igual, pues todos llegaban a pedirle favores siempre.
¿Qué reflexión podríamos sacar de éste hecho al ver qué de Dios puede salir poder aún sin pedirle un favor?
Espero haberme explicado.
¡ Saludos !
Amén 🙏🏻