Si todos pensariamos como Dios o como actuaría Dios en tal o cual situación, fueramos más misericordiosos con nuestros hijos.
Amén, el castigo es la disciplina que endereza las torceduras de nuestra conducta
Si todos pensariamos como Dios o como actuaría Dios en tal o cual situación, fueramos más misericordiosos con nuestros hijos.
Amén, el castigo es la disciplina que endereza las torceduras de nuestra conducta