Una infancia dificil, no determina una vida de sufrimiento

Comenzar mal en la vida no determina una vida de pesares y de eterna agonia. Sin negar las marcas que una infancia dificil va a dejar, es importante subrayar que estas heridas emocionales se pueden sanar y transformar en fortaleza emocional.
No estamos determinados ni geneticamente ni ambientalmente. En lo que hace a nuestra vida siempre es factible hacer algo que nos ayude a elaborar y a resignificar lo vivido. Resiliencia es eso que permite que una herida no sea un destino.