PLAYA NOVA/PLAYA DE NOSSA SENHORA DA ROCHA (PORCHES/LAGOA) - PORTUGAL

La costa del Algarve portugués nos muestra unos paisajes de una descomunal belleza. En su barlovento dominan los escenarios de altos acantilados kársticos que van creando pequeñas playas en forma de calas paradisíacas. Vamos a ubicarnos, como una pequeña muestra de ello, en la costa de la aldea o parroquia civil (freguesía) de Porches, perteneciente al municipio (concelho) de Lagoa, en el amplísimo distrito de Faro.
Ya nos encontramos en la zona turística por excelencia de Porches, en las cercanías de la iglesia-ermita-capilla de Nossa Senhora da Rocha, con sus calas de aguas turquesas, sus impresionantes hoteles y su ambiente elegante y sofisticado.
Estamos observando las playas, bellas calas, de Nova y Nossa Senhora da Rocha, separadas por el precioso acantilado de Ponta de Nossa Senhora da Rocha, con su ermita-capilla. Y comenzamos con algo más de detenimiento con la playa Nova, situada a poniente de la ermita, una playa donde el agua adquiere diferentes tonos turquesas y azules que contrastan con su arena canela.
A unos 200 m a poniente del aparcamiento de la ermita y siguiendo un camino peatonal por el acantilado, llegamos al acceso de una empinada escalera que baja hasta casi el centro del arenal de esta playa. Casi 300 m de fantasía, de belleza, de colores…es la longitud de la playa Nova, bordeada y escoltada por gigantes acantilados ocres. La playa no cuenta con servicios complementarios ni socorristas.
Suavemente nos vamos posicionando en el extremo más saliente del acantilado de Nossa Senhora da Rocha, apreciando una preciosa perspectiva de las dos playas que lo escoltan. En este acantilado se encuentra la antigua y bellísima iglesia-ermita-capilla de Nossa Senhora da Rocha, que se resiste sobre el acantilado el paso de los siglos, bañando con su blanca fachada el océano esmeralda.
Ahí está la capilla, guardiana del mar, en un fantástico acantilado que se mete en el océano en forma de proa de un barco que pretende viajar a un mundo desconocido, a un infinito azul donde transportar los sueños y aires de saudades, penetrando en la gama turquesa y diciendo adiós a los luminosos acantilados. Perdón, solo era un sueño, casi real; la ermita y el acantilado están donde deben estar, destino del tiempo y de la historia, estoicamente enclavados en un edén paisajístico con preciosas vistas, flanqueados tanto a levante como a poniente por dos maravillosas playas, dos calas paradisíacas caprichos de la naturaleza.
Aparte del impresionante colorido de los acantilados de rocas calcáreas de extrañas formas, de grutas en las que la transparencia del agua amplía la belleza casi irreal, desde este balcón que mira en cualquier dirección hacia el horizonte infinito se aprecia unos paisajes sencillamente espectaculares.
A levante de este promontorio se encuentra la playa da Rocha, algo más pequeña que playa Nova y que toma el nombre de la capilla. Esta playa, muy acogedora, surge asociada al puerto pesquero de Nossa Senhora da Rocha, estando así el arenal compartido por las embarcaciones, artes de pesca y casas de aprovisionamiento de los pescadores. Las mismas embarcaciones también realizan visitas a las grutas marinas de la región y a las playas aisladas a las que solo se puede acceder por mar.
El arenal se encuentra delimitado a levante por la línea del acantilado, en donde existen varias simas en corte, y al oeste por el gran promontorio que alberga la capilla. Esta playa tiene fácil acceso y buena cantidad de aparcamientos. También posee servicios complementarios como restaurante, WC y accesorios de playa y recreativos, y socorristas durante la época estival.
En los extremos de las porosas rocas de las falesias de las dos playas se abre un gran agujero, un estrecho y oscuro túnel de casi 60 m excavado pacientemente a mano que atraviesa el pontón rocoso de Nossa Senhora da Rocha y que conecta ambas playas.
Dada la cristalinidad de estas turquesas aguas, estas playas son ideales para bucear, como bien podemos comprobar en las imágenes.
Y es que las aguas atlánticas del sur de la península ibérica ofrecen cada paisaje…
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