La belleza de la caza al salto es un trabajo en equipo, una comunión entre el hombre y el perro. No hay prisa, solo el ritmo natural del campo, el susurro de los pinares y la espera paciente, donde cada paso es una promesa.
Los perros de muestra, con su elegancia y precisión, son los verdaderos protagonistas de la jornada de hoy. Su olfato agudo, su ritmo incansable, y ese momento mágico cuando se detienen, tensos y concentrados, marcando la presencia de la perdiz. es la pura esencia de lo que vamos a vivir hoy entre los pinares de Punta Umbría, donde la naturaleza nos revelará sus secretos a aquellos que saben esperar.