El maestro Pepe Luis Vargas, de niño, ya sabía dónde había que poner los brazos, dónde había que poner las zapatillas y cuál era la distancia matemática a la que se debía de coger el capote a partir de la esclavina… y siempre con las yemas de los dedos. Así se lo enseñó a sus 13 años Antonio Gallardo, torero al que define como “mejor capotero de Sevilla”.
En un descampado de Triana aprendió a torear… Allí escuchaba hablar a los viejos banderilleros sobre Juan Belmonte, Chicuelo, Gitanillo de Triana. Luego entrenó con Rafaelito Torres, con Manolo Cortés y también con Manolo Vázquez… y siempre bebió de las fuentes del Sócrates de San Bernardo, el maestro Pepe Luis Vázquez y del inolvidable P...